La situación está afectando a los depots de contenedores “porque aún teniendo unos niveles de almacenamiento altos, eso no se traduce en trabajos relacionados con mano de obra y, por tanto, estamos manteniendo más recursos humanos de los actualmente necesarios, siempre con la esperanza que en breve el nivel de actividad regrese a la normalidad”.

La retención de talento es lo que suscita esta situación: “Nuestros puestos de trabajo son muy específicos”, subraya Alfredo Soler, “y es difícil encontrar buenos profesionales, por lo que no nos podemos permitir perder ese talento en momentos de bajón como el actual”. El talento más difícil de conseguir sigue siendo el de técnicos frigoristas y el de soldadores expertos en reparación de contenedores.

Ciclos específicos
En ese sentido, aunque el CEO de TransBase Soler reconoce que aunque existen ciclos de formación genéricos tanto en frío industrial como en soldadura, “se requiere una posterior formación especializada que ahora mismo sólo podemos ofrecer dentro del puesto de trabajo y una vez contratada la persona. No existe formación específica para estos puestos”.
Por ello, la solución para Alfredo Soler es “la creación de algunos ciclos formativos específicos o bien fomentar la FP Dual donde se pueda complementar esa especialización en la fase de prácticas”.

“Afortunadamente”, puntualiza, “hemos sabido gestionar y esperamos mantener los actuales resultados positivos de cara al cierre del ejercicio”. “Pero desde luego”, apostilló, “los márgenes se reducen manteniendo más recursos humanos de los necesarios para la situación actual”.

En este sentido, el CEO de TransBase Soler apunta a la optimización al máximo de todos los recursos, tanto materiales como humanos, para mantener un mínimo de rentabilidad.

“Por eso es tan difícil de compaginar. Nos encontramos con momentos pico en los que nuestros clientes requieren grandes cantidades de almacenamiento, lo que supone nuevas inversiones en terrenos, maquinaria, etc. Sin embargo, pasado ese momento de pico, debemos seguir asumiendo las amortizaciones sin un retorno directo y sin poder incrementar las tarifas”, subraya Soler.

En cuanto a las posibles soluciones, indicó que una de ellas “sería la de aplicar unas tarifas que puedan variar dependiendo de los volúmenes. De ese modo, a menos volumen, mayores tarifas para de algún modo compensar las amortizaciones de aquellas inversiones que fueron acometidas ante la necesidad de los clientes”.

Administración
Por lo que respecta a la relación de los depots con la Administración, el CEO de TransBase Soler resalta que el papel “de los depósitos de contenedores debe diferenciarse del de los meros almacenes de contenedores”, ya que estos últimos “almacenan sin más”.

Soler reconoce que la Administración “no distingue entre almacenes y depots de modo que, generalmente piensan que no aportamos ningún servicio de valor añadido más allá del mero almacenamiento de esas enormes cajas de hierro”.

Para Alfredo Soler, las necesidades de los depots están claras: una extensa superficie a un precio bajo -“no almacenamos mercancías, sino aire”- muy bien conectada por el gran volumen de tráfico pesado que generan las bases y próximo a un gran centro logístico, a ser posible de un puerto que siempre es origen o fin de un trayecto en contenedor marítimo.

“¿Cómo nos puede ayudar la administración?”, se pregunta el CEO de TransBase Soler. “Obviamente para todo lo anterior se requiere recalificar/expropiar terrenos e inversiones en infraestructuras para una buena conexión”, resaltó.

Alfredo Soler muestra su convencimiento del papel tractor que tienen que jugar las autoridades portuarias en la habilitación de los espacios comentados. “Las Autoridades Portuarias son las que deberían ejercer ese rol de elemento tractor y de enlace entre todas las empresas operativas que son necesarias para la actividad portuaria y la administración local o central”.